Se llamaron Familias Invencibles por inspiración de uno de sus hijos pequeños que, de pronto, descubrió que si sentían a Dios a su lado, nada habrían de temer. Serían «invencibles».
Hoy son muchas las familias que han vivido momentos importantes en los diversos encuentros que se organizan cada año, especialmente en los encuentros de verano.
Otras muchas familias, además, han decidido seguir reuniéndose periódicamente en grupos locales, compartiendo el mismo ideal: vivir la fe siempre en familia.
Muy vinculados desde el principio a la Renovación Carismática Católica, hoy día, sin embargo, esta fraternidad acoge entre quienes la integran a familias provenientes de diferentes movimientos, con diversas maneras de expresar su fe.
Aunque, a lo que realmente aspiramos es a acoger a quienes, incluso sin experiencia previa en relación con la fe, se sienten llamados a dar un sentido a todo el amor y todo el esfuerzo necesario para sacar adelante a su familia.
Porque hace falta mucho amor para conseguir llevar adelante el día a día de cualquier familia. Y hace mucho que está escrito que Dios es ese Amor.